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La Ciudad de Medellín se ha puesto su mejor vestido en estos Juegos Suramericanos 2010, las noticias son muy positivas en el balance de medallería que día tras día estamos haciendo los amantes del deporte, y hasta los que no les gusta mucho, también. Colombia avanza con alegres zancadas en el clímax de la tabla, sumando y sumando oros, esas preseas deseadas por todos y obtenidas por pocos. Si bien podemos decir que ya van realizados la mitad de los Juegos, también podemos afirmar que casi nos acostumbramos a estar de líderes en la tabla, con humildad debemos comprender que el papel realizado por nuestros deportistas hasta hoy, es un pulcro motivo de admiración del cual todos debemos de estar agradecidos, porque representan a Colombia, aquella nación entre mares que está compuesta por cuarenta millones de pequeñas piezas.
Mediante este magnánimo evento, Colombia respira unión y una pequeña brisa refresca corazones que venían fatigados de situaciones no deseadas, y resalto brevemente que hasta al apático del deporte le intriga saber cómo va la cuenta, o por lo menos, a quien le vamos ganando.
Mi introducción es generosa porque es necesario darle espacio a todo y son cortas las líneas para expresar el reconocimiento absoluto que se merecen los corazones responsables de este excelente trabajo.
Hoy por hoy, somos potencia mundial en deportes complejos, de alto rendimiento y suma exigencia. Hasta el momento el resumen es obvio y si arrasamos en mundiales de patinaje o ciclismo, ya no es de sorprendernos, es de recordarlo. Doy estos dos claros ejemplos porque los Juegos Suramericanos de Medellín son el pozo que ofrece el reflejo de lo aquí dicho, superioridad, preeminencia, alta eficacia y eficiencia en disciplinas en las que estratégicamente nos hemos vuelto especialistas, ya sea ciclismo, patinaje, pesas y hasta el boxeo, sea cual sea la modalidad, Colombia es y evolucionará para seguir siendo el núcleo de la célula en estos campos del deporte mundial.
Sin embargo, quisiera extender la voz a los oídos indicados, porque también comprendo que existen más deportes, que somos un país diverso y que en los juegos Suramericanos podemos sentarnos en graderías para apreciar 31 deportes en 42 modalidades, o sea, no sólo 4 o 5 deportes en los que Colombia sobresale.
Mi pregunta es: ¿Qué pasa con el resto de deportes en Colombia? Pareciera que el resto de disciplinas fueran invisibles o que a nadie le gustaran. Pues bien, personalmente he estado desempeñando mi labor periodística en varios escenarios deportivos de estos Juegos Suramericanos y he notado la asistencia masiva y considerable en todos los deportes que he presenciado, teniendo en cuenta que no son tan comunes y no son tan trascendentes para Colombia, como lo son Squash, esgrima, Bádminton, balonmano, entre otros. Siendo estos puntos fuertes de otras delegaciones, Colombia también ha presentado sus apoderados, claro está, con desempeños regulares casi nulos. En esgrima, a Venezuela la perfilan como la ganadora del 90% de las medallas que serán entregadas entre el 24 y el 29 de marzo, y por el lado de Colombia sólo existe la expectativa de una medalla, y según los esgrimistas nacionales, sería una fortuna conseguirla. Me encantaría que en un futuro Colombia fuera una nación plurifacética en materia deportiva, competitiva en diversas disciplinas y protagonista en todos los escenarios, que se quite el tabú que ronda la sociedad donde se exponen varios deportes como “ élite”, sólo para clases altas y de difícil acceso, no hay deportes elitistas, sólo falta de cacumen para distribuir la inversión.
Medellín tiene una oportunidad envidiable de impulsar varios deportes con la infraestructura renovada e innovadora que dejará Juegos Suramericanos 2010, que sea esta la abanderada, como ya lo ha sido en varios deportes, para darle vida a disciplinas y modalidades poco convencionales y que se reproduzca la iniciativa en todo el país, Para que el Squash no sea la pelotica loca, el bádminton el juego del gallito o el esgrima la pelea de espaditas; sin embargo reitero mis felicitaciones a todos aquellos deportistas, y sobre todo a los que no pertenecen al G-4 ya mencionado, que con las uñas han logrado representar al país dignamente.
Para que en las próximas competencias, las más de cien medallas de oro que obtendrá Colombia en estos juegos Suramericanos no sean proporcionalmente de sólo unos cuantos deportes, se necesita mucho trabajo, mucho apoyo y organización de aquellos que toman las decisiones, sin embargo, tengo confianza en estos y estoy seguro que las generaciones que ahora despiertan en nuestro país, serán representantes de múltiples formas, porque Colombia deja claro en estos Suramericanos, que en la sangre joven se lleva el espíritu patrio, deportista y victorioso y se hace conocer en el mundo.
Que sea el deporte un motivo constante de pasión y alegría, una inyección de sonrisas para nuestra patria, aquella que a veces sufre pero siempre se levanta.
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