14 de abril de 2011

Dios Facebook



Por: Fredy Abelardo Velásquez


Fredy Abelardo Velásquez
Estudiante de Comunicación y Periodismo
Lunes, 11 de abril de 2011, 5:30 am: me levanto y trato de comenzar una efectiva nueva semana, enciendo mi pc (porque es inevitable hacerlo) y antes que ponerme a pensar en qué escribir pienso en Facebook, esa magnificada red social que actualmente se ha convertido en el lugar de visita preferido por más de 500 millones de usuarios en todo el mundo.
Pero ¿qué tiene Facebook que no tenga la vida real?, bueno, hay que aclarar que esta red social es una filtración de nuestra existencia contada a manera de micro-ficción. Desde el origen del hombre, o por lo menos de rastros artísticos de éste, el relato contado a través de imágenes y símbolos se ha convertido en una institución, la historia de la civilización es la historia de construcciones y destrucciones codificadas y divinizadas que llevan al hombre a explotar y ser explotados por otros estados de su mente.
En especial Facebook, ante otras redes sociales, se ha convertido en un lugar sagrado para todos sus usuarios, un sitio de encuentro donde las imágenes cuentan historias que son fielmente narradas a través de estados y comentarios contextualizados por medio de un “me gusta”, trascendiendo de la construcción unilateral a una complementación y creación con múltiples aristas que de algún modo hacen sentir al usuario como constructor de un sistema y no como sólo una de sus partes.
Siguiendo este mismo parámetro de ideas, es completamente cierto el afirmar que actualmente Facebook se ha convertido en nuestro Dios, es todo un rito y/o celebración sumergirse en los rincones más profundos de esta red, si usted analiza su forma de actuar frente a este mundo virtual notará que desde hace mucho (quizás ni lo recuerde) usted tiene una rutina establecida de qué ver, cómo verlo, cuándo verlo y cuándo dejar de verlo, cuándo hacer fuerza para no ver lo que quiere ver y cuándo estar ansioso por descubrir eso que tanto espera. Facebook poco a poco deja de ser una plataforma virtual para convertirse en una suerte de codificación ficticia de seres reales.
Así mismo las realidades de los usuarios se conjugan y terminan por crear uniones interesantes que finalmente lo que buscan es hacer de nuestra historia algo probablemente imposible. En enero de este año Youtube estrenó la película Life in a Day, un largometraje que se construyó a partir de más de 80.000 videos que enviaron usuarios de esta red de todo el mundo y que básicamente lo que hace es mostrar las diferentes visiones de vida que existen alrededor del planeta. Indudablemente nuestro Dios Facebook nos lleva a eso, a expropiar nuestras vidas para entrelazarlas con otras cuantas.

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