En épocas pasadas el humor se basaba en temas cotidianos del vivir de la gente, y producía sentimientos de mofa, gracia y risa al público para el cual era dirigido. En estos momentos el humor toca la puerta de distintos temas como lo son la política, economía, religión, entre otros que requieren de un público mas selecto y específico, ya que no sólo hacen chistes, también han implementado el cinismo y el doble sentido que requieren de cierto nivel intelectual para su comprensión.
El comediante es una persona que busca desahogarse y expresar su posición política, o su pensamiento frente a algún tema de una manera chistosa y quiere encontrar en el público una reacción positiva frente a lo que está diciendo, buscando tener retroalimentación para mejorar su discurso.
Existen muchos tipos de comediante, entre ellos está el artista callejero, que más que tener esto como una profesión lo toma como hobby, es lo que le gusta hacer y en lo que se quiere desempeñar toda la vida, sin necesidad de tener un título que lo califique como humorista callejero, sin embargo la vida para ellos en el campo laboral no es tan sencilla, pues hacer reír a la gente no es tan fácil y menos aún cuando tratan temas como la política, la religión, la cultura o la sociedad, puesto que pueden encontrar diferencias personales.
Hay que reconocer que no es una labor fácil de desempañar y que específicamente en Colombia no es bien remunerada, existen una cantidad de personajes que se dedican a este tipo de humor pero no son reconocidos por una gran mayoría y su trabajo no es valorado como debería serlo; evidencia de ello son los personajes que desempeñan esta labor ubicados en los parques de la ciudad, semáforos, pueblos, universidades y mas lugares de la calle que son para ellos el teatro en el que dejan todo de sí mismos soñando con la posibilidad de encontrarse el ángel de la guardia al que le guste su trabajo y los saque del anonimato.
por: Verónica Llano
Santiago Mesa
Natalia Rios
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