9 de junio de 2010

LOS MILAGROS EN COLOMBIA NO EXISTEN


La vida en diferentes momentos nos presenta oportunidades para realizar cambios que nos permitan vivir mejor, el secreto está en reconocer cuáles son esos momentos y la posición que se toma frente a ellos. De ninguna manera se logra sacar buen provecho de esos espacios de cambio si los asumimos con una fe vaga o esperando milagros que no existen.


Tomar la decisión de elegir el próximo mandatario de nuestro país es precisamente de esos momentos en los cuales de manera colectiva deberíamos tener interconectados nuestros pensamientos y tomar una decisión de cambio en pro del verdadero progreso. Las elecciones realizadas el día 30 de mayo son la viva revelación de que estamos muy lejos de querer iniciar una búsqueda que nos permita un crecimiento como nación dejando claro que la palabra “nación” involucra en primera instancia la formación de quienes la componen.


La verdadera crisis política, económica y de seguridad del país no ha sido revelada en su total extensión, existen muchos datos que aun se encuentra ocultos, cifras aterradoras que sin maquilladas con supuestos procesos democráticos y con instituciones publicas como el DAS que lastimosamente a nivel nacional e internacional se encuentra sumida en la corrupción y vergüenza por malas desiciones de sus altos mandos. Pero no hay que ser un maestro en crítica política o económica para conocer esas cifras, solo basta con recorrer las calles, visitar un establecimiento, hablar con un amigo o familiar y encontrar esa información plasmada en comentarios y situaciones desalentadoras que solo muestran desempleo, pobreza, falta de educación, cero oportunidades y puertas cerradas.


Las encuestas electorales revelaron lo que la opinión pública bien conoce y expresaron de manera contundente que todos queríamos aprovechar estas elecciones y dar un cambio total al aparato burocrático actual que en definitiva no funcionó, por que la consigna principal del gobierno era el fin de los grupos terroristas encabezados por las FARC cuestión que hasta el día de hoy no se ha cumplido por el contrario culmina con falsos positivos y dirigentes investigados. Lo que las encuestas no tenían en cuenta son las formas vulgares como esta burocracia tiene para lograr sus objetivos y lograr que por cuatro años más se continúe con la costumbre de ocultar las verdades.


El presidente Álvaro Uribe, como cabeza principal de este gobierno, hace mucho tiempo puso en evidencia que quien debía cumplir la labor de conseguir esos cuatro años mas de silencio fuera Juan Manuel Santos y en diferentes ocasiones se ha dado el lujo de mencionarlo públicamente y lanzar ofensas en contra del candidato Antanas Mockus el cual no es de su agrado por su nivel de honestidad. Como si esto fuera poco de primera mano pude comprobar como en pleno día de elecciones, transporte, refrigerios y ayudas en efectivo se ofrecían muy discretamente a votantes ingenuos que se les prometía el milagro de disfrutar en el próximo mandato de las supuesta seguridad democrática, la cuestión es que dicha seguridad no se ha alcanzado, no se comprende entonces cómo se puede disfrutar de algo que no se tiene.


Ahí fueron engañadas las encuestas, ellas no se equivocaron, se equivoco un pueblo que de manera ignorante cree que sus problemas serán resueltos tan fácilmente como fue comprado su voto, no miraron más allá de sus narices, esa dádiva recibida será cobrada en un futuro muy próximo con empleos mediocres, baja educación y un pésimo sistema de salud. No hay nada que celebrar, casi siete millones de votantes han expresado su conformidad con un país que no progresa, que no se educa y que seguirá avanzando en las profundidades de la mediocridad.


Las propuestas de mucus y de sus asesores políticos son un cambio drástico y totalmente desconocido para un pueblo que tiene la mala costumbre de ver a sus dirigentes tomar desiciones a la carrera, son propuestas de crecimiento colectivo donde todos los ciudadanos tenemos un espacio de participar, de educarnos correctamente para transformar la cultura corrupta que nos han clavado los últimos gobiernos de trabajar juntos en un cambio que nos ponga en ruta a aprovechar nuestros recursos ambientales, intelectuales e investigativos y lograr competir para ser un modelo en el continente. Pero eso precisamente es lo que no le gusta al colombiano promedio, trabajar por el crecimiento colectivo, solo tiene un interés personal y por tal motivo acepta sin ningún problema de conciencia ofertarse voto a quien quiera comprarlo.


Vemos entonces reflejados los dos factores por los cuales las elecciones en esta segunda vuelta se encuentran en un desequilibrio, por las artimañas burocráticas y la cultura corrupta que existe en el ambiente ciudadano. De todas maneras es para alegrarse de que habemos una cantidad importante de personas concientes que nos duele este cuento llamado Colombia, que no tenesmo precio, que vivimos en el país del Sagrado Corazón pero que no creemos en los milagros ni mucho menos nos avergonzamos por hacer las cosas bien y que en definitiva el próximo 20 de junio muy firmemente expresaremos con nuestro voto que queremos un cambio.


Johana Katherin Florez Franco

No hay comentarios:

De Abes, aves y otros cuentos. Por: Ana Plata La idea de este artículo era contar la historia de un estudiante que haya merecido, a ...