"A son de Semáforo"
En cualquier semáforo de Medellín podrían estar. Los sábados se ubican en aquel lugar donde la afluencia vehicular es la suficiente. Son dos artistas únicos que se dan el lujo de relevar a su público cada 50 segundos. 
Con sabor andino, Mateo y Juan David, dos músicos descomplicados y exploradores del mundo, han venido desde Manizales y Cali respectivamente, buscando a esos anónimos espectadores de música pasajera que con unas cuantas monedas, y a veces hasta billetes, recompensan el ritmo sencillo de trompeta y conga que en conjunto entonan aquellas canciones muy colombianas, muy de la gente.
Aquellas monedas se agradecen con humildad, y luego son depositadas sin ser contadas en el estuche de la trompeta. No hace falta hablar mucho para describir las personalidades que en dos cuerpos musicales habitan, pues el dinero poco importa, para ellos solo se requiere el justamente necesario para vivir bien.
Con un repertorio de cinco canciones, se inicia el show cada semáforo. Los fragmentos de las canciones preparados de 40 segundos exactos, apenas permiten ir a buscar esas propinas, bien merecidas por cierto, pues no cualquier cosa entretiene en medio del estrés del tráfico a tantas personas.
Posiblemente este sábado podrás disfrutar de medio minuto de música colombiana al mejor estilo callejero, sólo falta saber en cual rincón de la ciudad se ubicarán Mateo y Juan David. Quizá si a son de trompeta y conga escuches “Moliendo Café” o “ La Lambada” , entonces ahí los hallarás.
Con sabor andino, Mateo y Juan David, dos músicos descomplicados y exploradores del mundo, han venido desde Manizales y Cali respectivamente, buscando a esos anónimos espectadores de música pasajera que con unas cuantas monedas, y a veces hasta billetes, recompensan el ritmo sencillo de trompeta y conga que en conjunto entonan aquellas canciones muy colombianas, muy de la gente.
Aquellas monedas se agradecen con humildad, y luego son depositadas sin ser contadas en el estuche de la trompeta. No hace falta hablar mucho para describir las personalidades que en dos cuerpos musicales habitan, pues el dinero poco importa, para ellos solo se requiere el justamente necesario para vivir bien.
Con un repertorio de cinco canciones, se inicia el show cada semáforo. Los fragmentos de las canciones preparados de 40 segundos exactos, apenas permiten ir a buscar esas propinas, bien merecidas por cierto, pues no cualquier cosa entretiene en medio del estrés del tráfico a tantas personas.
Posiblemente este sábado podrás disfrutar de medio minuto de música colombiana al mejor estilo callejero, sólo falta saber en cual rincón de la ciudad se ubicarán Mateo y Juan David. Quizá si a son de trompeta y conga escuches “Moliendo Café” o “ La Lambada” , entonces ahí los hallarás.
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